LAS "RELLENACORAZONES", UN CUENTO DE NAVIDAD

Hola ¡¡¡ Hoy te cuento que a las 5 de la mañana me levanté. Soy de poco dormir, no se si por herencia,  por costumbre o por motivos hormonales. Cualquiera de estos motivos o los tres juntos "me llaman a horas   intempestivas y, sobre todo, de noche me gritan hasta que me hacen levantar. 

Salgo de la cama y del cuarto como si fuera un ladrón y bajo las escaleras a oscuras, y bajo descalza con las zapatillas en una mano, la bata a medio poner y el teléfono en la otra mano, y a cada escalón pienso 
"cualquier día me mato", pero sigo bajando y cuando ya estoy sana y salva en mi cuarto de costura, enciendo la luz, miro la hora incrédula y me digo en voz alta "¡¡ anda, Inesita, y ahora que vas a hacer ¡¡". Pero me siento y casi sonámbula sigo con la labor que he dejado sobre la mesa sólo unas pocas horas antes. Y pienso. Y organizo mi día, los niños, el cole, la ropa, la lavadora, la secadora ... y todas esa cosas que tanto nos gustan a las amas de casa. Repaso todo, termino un ocho de mi labor, y vuelvo a repasar las listas de las cosas que tengo que hacer y que nunca tengo escritas, pero que existen. Vuelta va, vuelta viene... 

A las 7 ya oigo los pasos de mi hijo que se levanta a estudiar. A las 7 y media llamo a mi hija y me voy a la cocina. Cafetera, bocadillo, colacao. Espero a que baje, charlamos un ratito, se va y vuelvo a mi labor. Más vueltas... y así he pasado la mañana. Una ducha, me visto y de pronto suena el timbre de la puerta. Abro y una cartera muy amable me deja un paquete. Mientras toma nota de mi DNI voy mirando el paquete. ¿Elena? ¿Madrid?  Mientras firmo compruebo que es para mi. Sí, es mi nombre y mi dirección.   Firmo. Un muchas gracias y mi cartera me contesta 
"Gracias a ti, cariño". ¿¿¿¿ eh????? ¡¡¡que bien¡¡¡ Ya mi cara es de sorpresa. 

Cierro la puerta y voy abriendo el paquete. Hay un sobre que dice "Gracias. Besos. Elena" y pienso "Esta chica se ha equivocado". Y miro sorprendida los regalitos, todos hechos a mano, y los toco, y los miro por delante, los miro por detrás  y vuelvo a leer el sobre .. y de pronto se hace la luz. Son las 11, ya estoy sola en casa y grito ¡Elena, la de las kokeshis ¡¡

Te cuento la historia. Cuando la fiebre de las kokeshis en los blogs yo colgué las mías y la portada de las revistas en las que venia el quilt. Fueron muchas las que me pidieron los patrones. Supongo que la gente pide y pide cualquier cosa que ve y que le gusta. A mi me pidieron los patrones muchas personas y yo, que soy lo que soy, les hice fotocopias y se los mande por correo postal. De esto hace mas de un año y la mayoria de ellas nunca mas volvieron a dejar un comentario, aunque quiero pensar que vuelven de vez en cuando por el blog. Yo supongo que cada una de ellas pensaría que era la única que me las había pedido y ... en fin. 
Yo, deje las chinitas en una caja abandonaditas. Y cuando Elena me pidió hace unos meses los patrones, me dije "" ufff, otra.... bueno, que más da, se lo he hecho a tantas ¡¡
Pero ¡¡¡ Problema ¡¡ los patrones no estaban en la caja, y no aparecían por ningún lado. Miré, ordené, busqué, abrí carpetas, revolví libros... nada, que no aparecían  ¿que le iba a decir? ¿que no los tenia?? ¿que los había perdido?? ¿me creería ?. Así que los pedí para poderlos dar ¡¡¡ Macarena me los trajo, hice las copias, las metí en un sobre y salí a correos uno de esos días lluviosos en los que solo te apetece quedarte en casa. Alguien me dijo ""tu lo que eres se llama ser tonta"" y, bueno, en aquel momento quise pensar que no tenia razón, que así soy, que esa es mi naturaleza.
A veces, la mayoría de las veces, estas cosas solo tienen recompensa para uno mismo. Pero hoy Elena me ha sorprendido y me ha hecho ver que aun merece la pena hacer un favorcito porque aunque la vida se empeñe en enseñar su lado malo, aun existen personas agradecidas y capaces de hacer que ese "eres tonta" se convierta en un "ohhhhh"

Y te cuento que no ha sido la única sorpresa de estos días. Aurora es una chica a la que conocí hace unos meses en la tienda, y con la que he hablado sólo unas cuantas veces. Solo le hice un pequeño manual para que pudiera trabajar con el programa Dear Jane. Y ese pequeño favor se ha convertido en un regalazo que casi me hizo llorar. 
Asi, que por ahora, Aurora-Melchor y Elena-Gaspar me han visitado y me han dejado cositas que me gustan y que no esperaba. Lo que ellas no saben y te cuento a ti, es que ellas con su generosidad han rellenado mi corazón de ilusión, que ya le hacia falta un poco de relleno. Muchas gracias a las dos. Ya sabeis donde encontrarme.
Y a ti, te deseo un gran día.