MI FAMILIA

Este blog no sería algo mio, si no hago referencia a mi familia, porque sin ella yo no estaría aquí, ni estaría escribiendo estas palabras, y seguro que no me gustarían las cosas que me gustan.
Sin mi madre, habría aprendido a coger una aguja, pero no sabría dar una puntada, que son cosas diferentes.
Somos 7 hermanos, César, Luis. Juan, Nacho, Paloma, Adela y yo. Y con diferentes técnicas, todos hacemos manualidades.
Mi padre siempre nos ha animado a desarrollar cualquier tipo de inquietud que tuvieramos y siempre nos ayudó a hacerlas realidad.
No recuerdo, pero tenía 5 ó 6 años cuando borde a cadeneta las primeras servilletas, con las iniciales entrelazadas de mis apellidos. Creo que aún queda alguna servilleta que ha sobrevivido a 40 años de lavados. Tengo que buscarla y hacerle una foto.
Después vino el punto, con unas agujas de pasta verde y puntas redondeadas para no hacerme daño. Me gustaba hacer punto, he hecho muchísimo. Y sé que lo he dejado arrinconado por nuevas inquietudes. Cualquier día lo retomaré de nuevo.

Mi madre le pone entusiasmo a todo lo que hace, le pone ilusión a todo lo que piensa que puede hacer, y además, nos ha enseñado a que las labores, no solo hay que hacerlas, sino que hay que hacerlas perfectas. Y si la intención no es esa perfección, mejor se deja para cuando estemos preparadas. Y aunque no siempre he estado de acuerdo con ella, con el paso de los años me doy cuenta que el pensar en un proyecto, preparar los materiales que se necesitan, dibujar como quedaría, imaginar a la persona para la que se va a hacer, oír la opinión de mis hermanas, de mi sobrina Pilar, y sobre todo de mi madre, me hace ser mas creativa y poner más ilusión en lo que hago.
No sería justo no incluir a mi marido y a mis hijos. Tengo que ser sincera y decir que ellos no me lo han puesto fácil. Más les das de ti, más te piden y exigen. Pero también de ellos he aprendido a aprovechar el tiempo que me dejan. Son los más críticos con las cosas que hago, y los adoro.